Soñar de a muchos
Trabajar durante todos
estos años en la realización del documental nos ha traído alegrías
que son paralelas al propio trabajo. Conseguir la chance de realizar
una película sobre alguien que admiramos de forma profunda es un regalo de la
vida. Pero también lo es toda la suma de experiencias que hemos
conseguido desde que nos lanzamos a esta aventura.
Gracias a este documental hemos tenido largas charlas
con Liliana donde, a veces con cerveza y otras con mate, discutimos
sobre literatura y cine con verdadera pasión. Compartimos con su familia
pizzas de abundante queso y explosivas risas. Recorrimos los mismos
paisajes que viven dentro de sus novelas o al menos sirvieron como
primera inspiración. Preguntamos sobre nuestros libros favoritos, los
suyos, todo lo que se nos vino en gana, a veces consiguiendo realizar
preguntas de singular lucidez. Otras, la mayoría de las ocasiones,
verdaderas pavadas irreproducibles a las cuales Liliana supo contestar
con la mejor de las sonrisas y la mas grande de las paciencias.
Otro aspecto destacable es la cantidad de personas que
gracias a este proyecto tuvimos el honor de conocer. Amigos y parientes
de Liliana que nos han ofrecido no solo su historia sino su más completa
predisposición a nuestro juego. A todos ellos podemos sumar importantes
figuras del medio artístico afines a Liliana, como Pablo de Santis y su
inteligente timidez, Ciruelo y su apasionado pensamiento, Liliana
Herrero y su generosa voz. Hace poco tiempo nuestro equipo pudo conocer a
otra de estas figuras, alguien que ya es parte de nuestra
película. Un artista cuya presencia nos llena de orgullo. Su nombre es
Gonzalo Kenny.
Gonzalo ha sabido plasmar, como nadie nos atrevemos a
decir, Los Confines de Liliana a partir de su prodigioso talento
ilustrativo. Quienes hayan visto sus dibujos sentirán una emoción muy
especial: el mundo de Liliana, ese que vive en nuestros corazones y
mentes, de pronto se hace visible en la poesía de un trazado tan
personal como universal. Vean sino su ilustración del Animal con
cabellera. Ese hermoso animal contempla Los Confines y, sin ver su
mirada, la podemos intuir a la perfección, porque esa mirada profunda
que tiene ante la tierra sagrada, es también la nuestra. Pero lo
más destacado de Gonzalo no es tan solo su talento. No, eso sería
reducirlo atrozmente. Gonzalo es poseedor de una pasión tan grande por
el trabajo que le permite dedicarse, a pesar de tus pesadas
responsabilidades, a proyectos como el nuestro. Un proyecto donde prima respeto y admiración por el arte de una mujer
que nos supo hacer no solo personas felices sino también personas un
poquito mas sensibles y sabias. Con gran dedicación y paciencia Gonzalo
está diseñando los títulos de nuestro documental y pergeñando lo que
será nuestro afiche promocional, primera cara de la película. Estamos felices porque
sabemos que nuestro documental tiene en uno de sus rubros a la mejor
persona posible. Y eso se lo merecen no solo Liliana y Los Confines,
sino especialmente todos nuestros futuros espectadores y hoy día seguros
amigos.
Estas palabras, pequeño gesto de cariño, están
dedicadas a un joven artista argentino que aún se atreve a soñar. O
mejor dicho, están dedicadas a un joven artista argentino que se atreve
a soñar y compartir.
Diego Avalos
Director de Liliana Bodoc, la Madre de Los Confines